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domingo, 5 de noviembre de 2017

Repartición del trabajo.

En un principio formábamos parte de éste trabajo tres personas, Leyre Hernández, Khadija ElHasnabui y Andrea De La Fuente Igual. Sin embargo, una de las compañeras, Khadija, no ha realizado su parte del trabajo, por lo tanto esos dos puntos faltan en el blog. Así era como en un principio íbamos a trabajar:


  • Primer encuentro en el huerto: Andrea.

  • Reflexiones después de la visita de Celestina a Melibea: Khadija (Falta ya que no la ha realizado)

  • Primer encuentro amoroso: Leyre.

  • Sentimientos de Melibea después del encuentro amoroso con Calisto: Leyre.

  • Último encuentro amoroso: Khadija (Falta ya que no la ha realizado)

  • Sentimientos ante la muerte de Calisto: Las tres (Khadija no ha realizado su parte)

  • Carta de despedida a sus padres: Andrea.

Sentimientos ante la muerte de Calisto.

Jamás pude imaginar que le pudiese pasar algo así a la persona que más amo en el mundo. Ojalá y Dios lo cuide allá en el cielo y pase el resto de sus días con los ángeles. Sé que me queda poco aquí. No puedo pasar más tiempo sin el amor de mi vida a mi lado. No aguantaré más, no quiero casamientos con nadie, solo le quiero a él. Tampoco admitiré las represivas de mis padres respecto a mi decisión de la anulación de la boda, no puedo ser infiel a mi amado, ni tampoco a mí misma. Sé que si continuara con esta farsa, mis pecados me seguirían por el resto de mi vida. Mis últimos respiros, minutos y pensamientos se los dedico a Calisto. Mi alma y la suya pronto estarán de nuevo juntas, para continuar así toda la eternidad. De tal modo como ocurrió el amor de Psique y Cupido, también lo haría el nuestro. Moriré por ti, y entregaré todo mi ser a Dios. ¡Por favor, que retorne en mí su presencia! ¡Qué vuelva a sentir sus manos sobre mi frágil figura!


Andrea De La Fuente Y Leyre Hernández.

Carta de despedida a sus padres.

La congoja que pesa en mi corazón es tan desmesurada, que el aire que viaja a través de mis pulmones se consume lentamente y con desdén. ¡Os he fallado, padres! No puedo continuar con mi deshonra, y mucho menos con la pena que dejó en mí aquel sentimiento llamado amor. Mi ser es incapaz de perdonarme, espero que ustedes puedan. Nunca pretendí ser el motivo de sus lágrimas, tampoco de privarles de una vejez dichosa junto a sus nietos. 

Ahora, en lo más alto de esta torre respiro la paz que tanto ansiaba desde que mi amante partió de este mundo hacia la otra vida. '¡Oh, Dios, ser de luz y clemencia, permítame volver a sentir su presencia! 

Mi mente vuela libre, buscando un remedio a este dolor que siento en lo más profundo de mi pecho. Esa agonía que me abate lentamente y me priva del placer de la vida.  Tal vez, tomando esta decisión pueda recomponer mi corazón, los pedazos que aún quedan de él. Padres, ojalá mi alma encuentre consuelo al reunirme con mi amor. Esperaré a volver a verles en la otra vida.


Andrea De La Fuente Igual.

sábado, 4 de noviembre de 2017

Mis sentimientos después del encuentro amoroso con Calisto.

Pasaron unos días desde mi encuentro con Calisto.  Cada segundo que pasaba estaba más segura de que él me amaba tanto como yo a él.
Mis padres estaban pensando en organizarme un casamiento, el cual yo no dudé en rechazar; no sería infiel a mi amante.
Según estaba leyendo un libro, escuché a alguien entrar en mi alcoba y deducí que era Lucrecia. La loca empezó a informarme sobre el casamiento que estaban organizando mis padres.
Jamás abandonaría a Calisto, nos amamos, estoy segura de que pasaré el resto de mis días a su lado, prefiero ser buena amante que mala casada. ¡Solo quiero que no me aparten de mi amante, por Dios! Si me falta Calisto, que me falte la vida entonces.
No podría seguir viviendo si me separan de mi amor, si me casan con otro hombre... simplemente no puedo, me mataría antes de ver como Calisto se separa de mí.

Leyre Hernández Luzón.


Primer encuentro amoroso.

Esa misma noche esperé a mi amado Calisto en el mismo huerto en el que le vi por primera vez. Iba acompañada de Lucrecia, mi criada. Calisto llegó un poco más tarde de lo previsto, lo que me hizo pensar en todo lo malo que le podría pasar, pero tarde o temprano, comenzamos a escuchar voces al otro lado de la cruel puerta que la noche anterior había separado nuestras almas.
Mi amado subió una escalera y saltó la puerta, lo cual me asustó ya que pensaba que se haría daño al bajar.
Y ahí fue cuando le vi de nuevo. Se dirigió hacia mí diciéndome bellas palabras en el acto y me abrazó.
Calisto me dijo cuánto me amaba y que él deseaba el gozo de ambos, yo no estaba muy segura en ese momento, pero cedí a su pasión y a la mía alejando a Lucrecia de nosotros para que ella no fuese testigo de mi error.

Después de haberle demostrado cuánto lo amaba, comencé a sentirme culpable de mi adulterio. ¡Había perdido mi corona de virgen por tan breve deleite! ¿Qué pensaría mi venerable madre? ¿Y mi honrado padre? Había destruido su casa y dañado su fama. Ahora era una traidora para toda mi familia tras haber dejado entrar a Calisto. Ojalá y Dios me perdone algún día.
Ya soy de Calisto, mi amado; le cité el día siguiente en mi puerta para verle, y por la noche para que venga en secreto.
Tras decirle que fuese con Dios, se marchó con la oscura noche ya que nadie le veía.


Leyre Hernández Luzón.